No se si es esa similitud con un ramillete, que se mecen a merced del mar, y todo lo que se mece bajo el agua me toca especialmente la fibra sensible, o esa imagen de fragilidad y luego su fuerza urticante… no se, pero me gustan las anémonas.
Siempre imaginé que eran “la casa de Nemo” y que no encontraría una en mis zonas habituales de buceo, pues estaba bien equivocada. Es más, el pasado verano en el Cantábrico me deleité con diferentes habitantes de las anémonas del norte: cangrejos, gambas, una delicia.
También me gustan por su mala leche cuando las rozas. Quizás son ellas las culpables de que tenga los dedos de una mano hechos una pena, tanto veneno urticante, no debe ser bueno.
Aquí os dejo con algunas. Este post va por los que, como yo, este largo fin de semana no se remojan. Los que estáis buceando… no sabéis la envidia que me dais.
Mar Rojo - Red Sea
Cantábrico - Cantabric Sea
Cantábrico - Cantabric Sea
Mar Rojo - Red Sea
Maybe is because they are close to a bouquet, or the movement according to the waving, all of you knows that I have something with the waving, or their image of fragility, and their strength stinging… I do not why, but I love the anemones.
I always thought about them as the “Nemo’s home”, and that it was impossible to find them where I normally dive, but I was really wrong. Indeed, last summer in the north of Spain I am delighted with many of them, and even with inhabitants: crabs, shrimps, awesome.
I also like them fro their bad temper when you touch them. Maybe they are the reason for a mess of hands that I have, so much stinging poison should not be good.
Here you have some photos. This post is for those who, like me, this long weekend do not dive. Those who are diving… can not imagine my envy…