Las otras fotos son de mi inmersión favorita, la punta de la isleta. Siempre es un acierto, por la belleza del recorrido y por la vida pequeña y grande que puedes ver.
El cabo de Gata siempre me deja un dulce sabor, es un área rica y variada en vida, y los últimos meses del año siempre resultan fascinantes, supongo que tiene que ver con la escasez de buzos, o que la bajada de las temperaturas atonta a los animales, y se dejan observar durante más tiempo.
Estoy en cuenta atrás para el próximo puente, Almería volverá a ser el destino. Mientras tanto, compartiré con vosotros algunas especies raras de Indonesia.